Mis disculpas

Mis Damas y Señores,
Amplia y vida llena para todos.
Es el momento de pediros disculpas si mis crónicas no llegaron a tiempo a vuestras bibliotecas y tesoros; pero hete aquí que dispongo de licencias más superiores que las que tienen los abades y obispos que nos presenta nuestros tiempos; porque a bien si acabe de decir lo que convenga, mi pobre persona participa de viajes en los que el crisol de lo inveterado se cruza con la contingencia de lo conveniente, siendo de tal manera y así que se me cree en más de lo que vuecencias me consideran, y aún con todo y, al calor de la Sabiduría Plena, apenas alcanzo a discernir de vuestras actitudes.
Comienzo así mi crónica tras mis viajes en los que la distancia apenas tiene importancia, y sólo es tema de almanaques y otras lindezas de nuestro tiempo.
Os comentaré, y ahí no hago más que interrogantes a vuecencias que anduve en las tierras de la Siria Sideral; porque es un buen sitio para adquirir la Sana Sabiduría y contactar con los Sabios.
Allí se me hicieron mención a ciertos escritos inveterados a los que os invito a leer en reflexión. No me atrevo a deciros más, ya que cuanto diga será mal interpretado por la mayoría, siendo la sal en cambio para aquellos que buscan la Iniciación Caballeresca, a la cual todos están convocados, pero será el campo de batalla quien escoja a su candidato.
Os envío mi más Triple Abrazo Fraternal, y el Ósculo de la Paz para quienes andáis en la Gran Obra de la Iniciación Caballeresca.
Como évoco de aquellos tiempos que nos llaman, os envío de nuevo las directrices de aquello que es el alma del caballero y la dama; a bien sabiendo que tanto uno como otra deberán asumir sus papeles, no sólo en la justa festiva, sino en el fondo de vuestros corazones….

Os recuerda en nombre del Altísimo,

Binah,
Príncipe RosaCruz, Caballero del Águila y el Pelícano.

N.•.B.•. Aquellos que consideréis ser Caballeros y Damas desprendiéndose de todo aquello que no sea transcendente, huyan ahora o arrepiéntense para siempre… porque esto que os digo es para aquellos que aspiran a buscar el Santo Grial. Los otros no cuentan.